martes, 2 de diciembre de 2008

"Los italianos piensan que el mundo es tan duro que hace falta tener dos pa dres. Por eso todos tienen un padrino"


La elección de los actores para interpretar los papeles principales vino precedida de venenosas negociaciones. El irascible Marlon Brando era en aquella época un actor maldito, y para el rol de Vito Corleone los productores habían barajado nombres como los de Ernest Borgnine, Orson Welles o George C. Scott.
Cuando Coppola asumió los mandos, con fesó que deseaba a un italoamericano a un actor con tanto talento que pudiera encarnar a un personaje de esas características. Sólo Laurence Olivier y Brando cumplían con esta última premisa, pero Olivier estaba muy enfermo en aquellos tiempos y no habría aceptado el papel. Coppola se lo jugó todo a una carta y defendió hasta el extremo su apuesta por Brando, aunque "debía superar el hecho de que era joven para el papel, desde luego no era italiano, y estaba en un punto de su carrera en el que nadie quería trabajar con él".
Los 'pezzonovanti' de Para mount ac cedieron finalmente a contratar a Brando siempre y cuando cobrara un sueldo mínimo y quedase garantizado su compromiso y buen comportamiento durante el rodaje. Coppola fue el encargado de persuadir a Brando, quien estudió a fondo el personaje y decidió que Don Corleone debía asemejarse a un 'bull dog'. Por ello, durante el roda je usó una prótesis elaborada por un dentista que definió el característico as pecto de sus mandíbulas.